Clases de saxofón en tiempos de cuarentena

Hace años recibo mensajes y llamadas de personas preguntando por clases online y respondo lo mismo: “no, solo presenciales”; recibí la última llamada de este tipo el viernes pasado, de una mujer de 50 años que vive en algún lugar de la Araucanía. Debo reconocer que esta negativa se basa por un lado en mi preferencia por las relaciones personales y pedagógicas presenciales y, por otro, en pruebas poco satisfactorias que hice hace mucho tiempo con conexiones y equipamiento de otra época: revisando los comentarios acerca del modelo de mi vieja webcam en Amazon, ¡¡¡¡veo que los más recientes tienen 20 años!!!!! Como se imaginarán, luego de desempolvarla esta semana no logré hacerla funcionar.

Hace seis días tuvimos un ensayo de Saxtiago, el ensamble de saxofones que tengo con mis estudiantes y con el que estamos preparando una gira de intercambio a tres ciudades en Alemania para septiembre de este año. En estos días el país pasó de Fase 2 a Fase 3 y luego a Fase 4 de la pandemia, para más tarde declararse Estado de Catástrofe, entrando rápidamente a una realidad de película de ficción que lamentablemente es demasiado real. Hoy no tenemos claro si la gira se podrá realizar (en Alemania están con todo cerrado hace días), o si las finanzas de todos los integrantes estarán para aquello después de los tiempos que se vienen. Por supuesto los ensayos están suspendidos hasta que la situación sanitaria permita volver a reunirnos.

Desde ese lejano viernes pasado al día de hoy han pasado 7 días que son como 7 generaciones: cada día llegaron menos estudiantes a mi taller (ayer ninguno), adquirí una muy buena cámara y otros chiches para hacer streaming de calidad, investigué e hice pruebas de conectividad, echando una mirada al estado de mi conexión y a los recursos pedagógicos, evalué ventajas y desventajas que se presentan dadas las pruebas y herramientas disponibles, revisé la iluminación de mi sala y la mejor ubicación para disponer de todo y ya estoy en condiciones de comenzar a ofrecer clases para tiempos de cuarentena para la semana que viene: online, en vivo a través de videoconferencia, dejando a raya al virus maldito que nos hace alejarnos.

Creo que es bueno ver las oportunidades de aprendizaje que nos puedan brindar los tiempos de crisis: durante los últimos años siempre que decía “no” cuando me llamaban de lugares lejanos donde no hay profesores de saxofón, quedaba con la impresión de que era necesario dar respuesta a una necesidad que no tiene mucha solución. Y si queremos un país más descentralizado, no es malo que quienes están lejos de Santiago también tengan opciones de crecer y aprender cosas nuevas. No será exactamente igual que en persona, pero claramente mucho mejor que nada. Y vaya uno a saber, quizás surgen cosas nuevas y bellas a partir de este momento triste.

Taller de saxofones: trabajo grupal

Convencionalmente, las clases de saxofón (así como de cualquier instrumento musical) se organizan como un trabajo esencialmente individual, donde el profesor propone una línea de trabajo que el estudiante pone en práctica durante la semana.  El aprendizaje, a mi juicio, no se produce en la clase sino durante la semana, cuando el estudiante pone en práctica dichas propuestas: error y acierto tras la repetición son elementos que nos dan pistas acerca de cómo hacer las cosas, descubriendo no solo las claves para la ejecución de una pieza o la técnica específica de un pasaje, sino también aspectos más personales, como por ejemplo cómo uso la energía corporal personal o cómo es el sonido que se quiero desarrollar (aspecto muy importante en cualquier instrumento, esencial en el saxofón).

Lo anterior tiene que ver con el aprendizaje en las áreas de sonido, técnica e interpretación.  Sin embargo, hay una dimensión de la música que es difícil abordar en las clases individuales, y tiene que ver con la experiencia de hacer música con y para otros: aquí están el trabajo personal previo a una presentación, pero también el ensayo y trabajo en equipo junto a otros, el escuchar al otro y al mismo tiempo escucharse a sí mismo; aprender a protagonizar y también a acompañar, los nervios antes de un concierto, cómo pararse en un escenario, disfrutar y compartir lo que hacemos con tanto empeño y cariño.

En el taller de saxofones, los estudiantes que ya han aprendido los rudimentos básicos y muestran interés por hacer música en conjunto, son invitados a participar del Ensamble de Saxofones, donde junto a otros saxofonistas aficionados que tocan los cuatro tipos de saxofones disponibles en Chile, tenemos la oportunidad de hacer música con la mirada puesta tanto en tocar piezas del gusto de los participantes (hay un sistema de votación de propuestas de repertorio), como repertorio que permita expandir la cultura musical y conocer posibilidades del instrumento en diversas situaciones.  El ensamble así es un espacio de música y aprendizaje, donde quienes se integran tienen la posibilidad de compartir con otros que llevan algo más de tiempo en el instrumento.

Hacemos cuatro presentaciones al año: otoño, invierno, primavera y concierto de fin de año.  Este año nos hemos propuesto que todas tengan un carácter benéfico, recibiendo especies o aportes voluntarios a manera de adhesión y que van en destino de instituciones de ayuda social. Logramos así que esta instancia tenga una trascendencia distinta, llevando un aporte a otros que lo necesitan.

También este año comenzamos la exploración de montar piezas en formatos menores (desde dúo a quinteto). Estas formaciones muestran otras posibilidades y otro nivel de responsabilidad, pues nadie duplica la voz que cada uno hace, permitiendo descubrir y expresar la musicalidad de manera más personal.

Así, tocando un repertorio amplio (que abarca desde J.S. Bach hasta Daft Punk), vamos descubriendo en conjunto los desafíos y el placer de hacer música en conjunto y compartirlo con otros.

“Profe: ¿En cuánto tiempo voy a aprender a tocar saxo?”

Preguntas frecuentes antes de empezar a estudiar saxofón

Por Pablo Torrealba

La pregunta del título es una de las más recurrentes cuando alguien me llama o escribe por clases de saxofón e imagino que a muchos profesores de música les debe sonar como un tópico recurrente.  La pregunta se presenta en diferentes variantes y cada una de ellas responde a dudas legítimas para quien se inicia, así que decidí organizarlas en el siguiente compilado:

 

Nunca he tocado un instrumento y no sé nada de música, ¿es posible aprender?

Nunca he tocado un instrumento

Por supuesto.  Todo músico, profesional o aficionado, partió de la misma condición. Obviamente mientras más experiencia se tenga, el aprendizaje será más rápido.  Esto es válido para todo tipo de aprendizajes.

¿Cuál es la edad adecuada para partir?

edad adecuada para partirDepende de tus objetivos. Si quieres transformarte en un saxofonista profesional, es mejor partir bastante joven, pues necesitarás tiempo para desarrollar las habilidades específicas y los aprendizajes que llevan a un músico a poder gestionar su trabajo de manera productiva y eficiente.  Si tu objetivo es disfrutar de la música mientras aprendes, no hay edad límite para iniciarte.  En mi taller he enseñado a personas entre 4 y 83 años, todos con posibilidades de aprender y disfrutar haciendo música.

¿Qué requisitos o habilidades debo tener para tocar saxofón?

requisitosMucha gente piensa que hay que tener grandes pulmones, dedos largos, labios gruesos o cosas por el estilo, que realmente no son necesarias para tocar este instrumento.  Por otro lado, es muy común que se haga una “prueba de aptitudes musicales” para medir dichas habilidades.  Yo estoy totalmente en desacuerdo con dichas pruebas, pues miden casi siempre lo que una persona ya tiene como acervo cultural musical y no el potencial de aprendizaje de cada uno, que estará definido fundamentalmente por la motivación y disponibilidad de tiempo para estudiar.  Dicho eso, es necesario que cuentes con un instrumento en buenas condiciones y tiempo para practicar.

Yo llevo tocando hartos años solo, seguro que partiré de un punto bastante avanzado, ¿cierto?

experiencia previaDepende de cómo has estudiado durante todo ese tiempo.  Es importante tener en cuenta que a veces es más difícil desaprender que aprender: por ejemplo, si llevas muchos años haciendo una digitación incorrecta, es posible que te cueste más “desgrabar” esa digitación que lo que te habría costado aprenderla correctamente desde un comienzo.

¿En cuánto tiempo voy a estar tocando?

tiempoUn joven o adulto debería estar tocando su instrumento en la primera clase (¡Asumiendo que lo haya traído!).  Obviamente serán cosas simples, pero es esperable que logre hacer sonar su saxofón y producir las primeras notas, con las que podrá construir alguna o algunas melodías simples.  Hay dos casos especiales:

  • Cuando el instrumento no está en condiciones: el saxofón del abuelito, que estuvo guardado en la bodega húmeda por 35 años, probablemente necesitará más de algún ajuste antes de poder ser tocado. Asimismo, es bueno recordar que para que el instrumento funcione, necesita una boquilla, fajillero y al menos una caña decente (estos tres elementos deben ser para el mismo tipo de saxofón).
  • Cuando quien se inicia es niño pequeño: en el caso de los niños de menos de 8 años hay varias consideraciones especiales (instrumento, arnés, tiempo de concentración y duración de las clases, tamaño, fuerza, etc.) y es posible que en la primera clase no salgan tocando el instrumento, aunque muy probablemente sí. Por ello, recomiendo a padres y madres preparar al niño o niña para que el saxofón no suene en la primera clase: si ocurre así, no habrá frustración ni promesas incumplidas, y si por el contrario lo hace sonar, se irá con la autoestima reforzada

Ya, pero ¿en cuánto tiempo voy a aprender?

fuegoNuevamente, estarás aprendiendo desde la primera clase. No estoy tratando de evitar la pregunta, pero es importante comprender el concepto de “aprendizaje”: es un proceso que se lleva a cabo en el tiempo.

Según tu criterio, ¿Cuánto tiempo debería practicar uno para manejar el instrumento?

Toda la vida.  Llevo más de 25 años tocando y aún sigo aprendiendo cosas nuevas.

No quiero ser [pon aquí el nombre del o la saxofonista que te guste más], pero me encantaría tocar como él/ella. ¿Qué debo hacer?

proSi quieres tocar como cualquier saxofonista profesional, deberías considerar dejar tu trabajo actual o cualquier otra actividad que ocupe mucho tiempo en tu vida y dedicarte profesionalmente al tema.  Los saxofonistas que escuchas en grabaciones o en conciertos son personas que además de haber destinado bastantes años a su formación, están constantemente trabajando en su interpretación, técnica, sonido, etc. Como cualquier trabajo especializado, este requiere horas de práctica, además de constancia.  Por ahí circula un dicho: “Si dejo de tocar un día, me doy cuenta yo.  Si dejo de tocar dos días, mis colegas lo notarán. Si dejo de tocar tres días, el público se dará cuenta”.  Por tanto, es importante que al comenzar te plantees objetivos realistas, alcanzables en el tiempo y considerando también las otras exigencias de la vida a las que debes responder.

Entiendo que el aprendizaje es permanente, pero ¿cuánto tiempo debo tomar clases?

clasesEso dependerá fundamentalmente de tus objetivos: tengo estudiantes que con tres meses de clases ya lograron lo que buscaban y entonces para ellos con eso está bien.  Por otro lado, tengo estudiantes que llevan más de 10 años en clases y cada semana disfrutan su sesión, en la que siempre estamos aprendiendo cosas nuevas. Por ello es muy recomendable plantearse honesta y realistamente los propios objetivos.

¿Cuánto debo estudiar?

Nuevamente, dependerá de lo que quieras lograr.  Habitualmente se dice: “Mientras más mejor”, aunque hay que hacer algunas precisiones:

  • Es mejor privilegiar un número mayor de sesiones de estudio por semana que solo las horas totales: por ejemplo, prefiero recomendar todos los días 30 minutos de estudio antes que 5 horas un día a la semana. Si bien la suma es menor, hay involucrados aprendizajes de carácter motriz, que se realizan a través de la repetición, con periodos de descanso.  Por tanto una larga y solitaria sesión de estudio semanal cuenta para esos efectos como “una repetición”, siendo menos relevante el tiempo de la misma.  Por otro lado, las sesiones largas para alguien que no tiene entrenada la musculatura de su embocadura suelen traducirse en lesiones y cansancio extremo.  Al estudiar todos los días se va creando el hábito y la necesidad de tocar; eso es muy bueno para la motivación personal, que en definitiva es el combustible básico para aprender.
  • Dicho lo anterior, creo que es mejor estudiar menos tiempo con calidad alta a mucho con calidad baja: una buena sesión de estudio debería estar organizada (mis estudiantes reciben en la primera clase su cuaderno de trabajo para el año), con áreas y objetivos claros y recordatorios de los aspectos específicos en los que es necesario enfocarse. Si bien todos estudiamos para “hacer música”, las herramientas mecánicas y de sonido son las que nos ayudan a que ese objetivo se cumpla de manera fluida. Es bueno contar con un espacio de estudio en el que te puedas concentrar, ojalá sin interrupciones y con todos los elementos necesarios a mano.
  • Recordar lo que en el Método Suzuki se llama “Uso eficiente del cuerpo”: mientras menos esfuerzo y tensiones requiera un trabajo, mejor. Esto vale tanto para un pasaje específico como para la postura que tomas al tocar tu instrumento. También es válido tanto para la eficiencia del trabajo como para la motivación: uno siempre lo pasa mejor cuando toca relajado que tenso.

¿Es mejor partir con un instrumento de buena calidad o quizás dejar la inversión para cuando esté más seguro/a de tener habilidades?

Siempre es mejor partir con un saxofón de buena calidad, pues uno malo ofrecerá dificultades mecánicas, de afinación y sonido adicionales. Los saxofones profesionales no son más complejos, en el sentido que tengan “más botones” o cosas “supercomplicadas” agregadas.  Por el contrario, son más afinados, más cómodos, tienen mejor sonido…. Y son más caros.  Por ello, recomiendo buscar de acuerdo al presupuesto que uno dispone, teniendo en cuenta una calidad mínima a conversar con tu profesor o profesora.  En mi artículo “¿Con cuál saxofón es recomendable partir? ¿Soprano, alto, tenor o barítono?” discuto las ventajas y desventajas de cada tipo de saxofón para iniciarse.  Respecto de costo/beneficio, puedes leer mi artículo “Instrumentos musicales: ¿Nuevos o usados?” y si decides comprar un saxofón usado, puedes leer: “Cómo elegir un saxofón usado”, también de mi autoría.

Si tienes dudas, puedes escribirme para tratar de aclararlas. ¡Buen viaje!

Pablo Torrealba. Permitida su reproducción citando la fuente, www.saxofon.cl

(c) Íconos: freepik.es

¿Con cuál saxofón es recomendable partir? ¿Soprano, alto, tenor o barítono?

Saxofones

Saxofones. Desde la izquierda: soprano curvo, alto, tenor y barítono

Usualmente personas que quieren comenzar a estudiar me preguntan con cuál saxo es mejor partir.  Como la mayoría de los profesores, recomiendo el alto, pero a veces ocurre que quien pregunta ya tiene una preferencia distinta (usualmente tenor o soprano).

Como la pregunta se repite a menudo, copiaré la última respuesta a una persona que me preguntó por qué no tenor:

Hola Alberto:

Antes que nada, me gustaría que tomes mis recomendaciones solo como opiniones de un profesor, sin mayor interés que aportar a un buen comienzo para tu proceso de aprendizaje.  Cualquiera sea el saxofón que decidas comprar será una inversión importante y en definitiva creo que debes decidir en base a lo que tú quieres.  Sin perjuicio de ello, te cuento que recomiendo el alto por varias razones, que van desde lo doméstico a lo pedagógico.  Así, creo que lo ideal sería que tomes en cuenta los puntos que detallo a continuación, poniéndolos en la balanza contra tus preferencias: si encuentras que estas no son tan radicales, quizás te convendría seguir mi sugerencia.  Pero si estás enamorado del sonido del tenor, quizás decidas que quieres elegirlo y así lograr una mayor motivación.  Una decisión libre e inteligente debería tomar en cuenta ambos factores.

  • Un saxofón alto suele ser más barato que un tenor de las mismas características (marca, modelo).  Asimismo los accesorios (boquilla, cañas, etc.) son de menor precio.
  • El saxofón alto es más portable que el tenor (aunque al tomar los estuches parece ser muy similar, luego de caminar algunas cuadras la diferencia se empieza a notar).
  • Si decides comprar de segunda mano, en general será más fácil encontrar altos que tenores en buenas condiciones.
  • La mayor parte del repertorio pedagógico está pensado para alto.
  • El trabajo de emisión con el alto implica un registro grave (que “abre la puerta” al tenor) y un registro agudo (que “abre la puerta” al soprano).  Si partes con tenor tu emisión de agudos no tendrá la misma calidad; si partes con soprano la emisión del registro grave es prácticamente nula.  Entonces, el alto sirve mucho mejor para aprender “saxofón” (es decir acercarse a la familia entera) que los otros exponentes.  Lo dicho en este punto vale tanto para lo que tiene que ver con posición y trabajo de laringe como de labios.
  • Aparte de lo mencionado en el punto anterior, no recomiendo soprano para partir por las siguientes razones:
    • En los sopranos las diferencias de calidad entre marcas, modelos y fabricación en general se tienden a acentuar mucho más que en los demás saxofones.  Así, mi recomendación siempre es que si uno se va a comprar un soprano, debería ser de excelente calidad (nivel intermedio o profesional), pues tanto la afinación como la mecánica tiende a ser muy deficiente en los modelos económicos.
    • La embocadura del soprano suele ser algo más más presionada, de manera que produce mayor cansancio; en labios no entrenados esto puede notarse mucho.
    • Por las dos razones anteriores, el soprano suele ser un instrumento mucho más sensible a las manipulaciones o imperfecciones en la técnica del intérprete.  Entonces, el proceso de aprendizaje inicial estará habitualmente cruzado por severos problemas de afinación.
    • El soprano, pese a ser objetivamente el más liviano de los cuatro saxofones habituales, resulta ser uno de los que más peso lleva al ser tocado, pues en la práctica son los pulgares los que sostienen el instrumento mientras tocas (a diferencia de los otros saxofones, donde se sostiene con un colgador (llevando el peso en el cuello) o arnés (repartiendo el peso en la espalda).  Esto produce cansancio más rápido en las manos y brazos.

Sin perjuicio de lo anterior, para niños y niñas de estatura y contextura promedio menores de 8 a 9 años, mi recomendación es el soprano curvo, llegando a una solución de compromiso: se sacrifica el trabajo del registro grave y las dificultades de afinación, pero se protege un bien mayor, a saber: la salud física del niño o niña, pues con un arnés termina siendo un instrumento liviano y que no daña su columna.

Solo reiteraría que estas reflexiones son solo un punto de vista.  Yo mismo partí con un tenor muy viejo y desvencijado, pero con un bello sonido.  No tenía nada de ganas de cambiarme a un alto, pero con el tiempo agradecí la orientación de mi maestro de entonces, pues aunque aun me gusta más el sonido del tenor que del alto, he terminado por comprender que efectivamente era la mejor opción.

Espero que esta información te sirva para tomar una decisión con más elementos sobre la mesa.  Te felicito por preguntar antes de comprar; recibe un saludo cordial de mi parte,

Pablo Torrealba

Cómo elegir un saxofón usado

En mi artículo anterior acerca de la conveniencia de comprar buenos instrumentos usados, mencioné algunas ventajas que tiene esa opción.  Sin embargo, para que dicha compra suponga un beneficio y no un dolor de cabeza, es necesario hacer una evaluación adecuada del instrumento que se piensa comprar.

A diferencia de la compra de un saxofón nuevo, donde uno sabe que no debería haber grandes sorpresas (al menos en las marcas de mejor calidad), cuando uno se enfrenta a un instrumento con historia de uso, es necesario examinar bien y tener muy en cuenta el precio de compra antes de tomar la decisión.  Por ejemplo, si tengo frente a mí un buen saxofón pero con algunas zapatillas en malas condiciones o a punto de necesitar un cambio, lo que debo evaluar es si el precio de venta sumado al de dicha reparación sigue haciendo de esa una compra conveniente.  Es decir, que sea necesario hacer uno o dos ajustes no debería ser motivo de rechazo del instrumento, a menos que esté en su precio tope.

Es importante destacar que siempre deberías tratar de conseguir el mejor saxofón que permita tu presupuesto.  Un instrumento en malas condiciones afecta a tu aprendizaje, a tu técnica y también a la motivación que puedas tener: es muy difícil perseverar si tienes un saxofón que no responde adecuadamente.

Un punto importante es que la evaluación se debería siempre realizar con tu boquilla y caña, con las que te sientas cómod@ y conozcas bien, de manera que efectivamente se evalúe al instrumento y no dichos accesorios, pues habitualmente las boquillas que vienen con los saxofones de segunda mano no son profesionales o pudieran no ser adecuadas al estilo y manera de tocar de cada un@.

No olvidar: en http://www.facebook.com/saxosyflautas tenemos algunos saxofones que ya han sido chequeados y puestos a punto para ser tocados y disfrutados.

 

CRITERIOS DE RECHAZO

Primero, veamos cuándo es mejor no evaluar la compra de un saxofón de segunda mano.  Para mí algunos criterios de rechazo inmediato son:

  • Abolladuras severas en el tudel o en la parte alta del instrumento: afectan de manera importante al sonido y habitualmente son difíciles y por tanto caras de reparar.  Las abolladuras pequeñas en la campana o incluso en el codo del instrumento, en tanto no dificulten el cierre de ninguna zapatilla, tienen más una desventaja cosmética que de funcionamiento.
  • Tudel inexistente o de otro instrumento: el tudel es una de las partes más importantes del instrumento en cuanto a afinación y sonido, de manera que prefiero pasar de los “Frankenstein” en este punto.  Mención aparte es el caso de los instrumentos de gama alta, en que los fabricantes a veces producen tudeles especiales para ellos.
  • Cualquier rotura en el tubo del instrumento.  Si hay algún parche o soldadura, sólo se justificaría en caso de que esté a un precio realmente increíble.
  • Señales de corrosión severa.
  • Relacado.  Hay una gran controversia respecto de la utilidad o daño de relacar un saxofón.  Personalmente, prefiero unas cuantas rayas, desgaste o marcas de uso a una intervención de esa magnitud en un buen instrumento.
  • Tubo torcido.  Por alguna razón, esto es más frecuente en algunos sopranos que aparentemente fueron muy mal utilizados.

En el caso de instrumentos de prestigio reconocido (Yamaha, Selmer Paris, Yanagisawa), no debería haber problemas con producir un Fa# (es decir el La real a 440hz), con una boquilla decente en  algún punto cómodo del corcho del tudel.  Si esto no ocurre, es necesario examinar detenidamente, porque nos podríamos encontrar con un tudel intervenido, no original, o algún problema mayor en el instrumento.

Si el saxofón pasó los primeros criterios de rechazo sin problemas, podemos hacer un examen más detenido:

INSPECCIÓN OCULAR

Lo que observemos tiene matices, de manera que es adecuado evaluar con criterio y teniendo en cuenta el precio de venta:

  • Miramos si hay señales de corrosión en las chimeneas (donde las zapatillas cierran)
  • Señales de reparaciones deficientes (por ejemplo, soldaduras mal hechas, marcas de herramientas, llaves o postes resoldados o reemplazados por piezas no originales, etc.)
  • Buscamos señales de haber sido desabollado y evaluamos cómo fue el daño y la correspondiente reparación.
  • Vemos que las llaves lleguen a las chimeneas en un buen ángulo (es decir, que las llaves no estén dobladas)
  • Revisamos el estado de las zapatillas y evaluamos necesidad de cambios en función del precio de venta.

AFINACIÓN

Asumiendo que quien está leyendo este artículo está en fase de aprendizaje y teniendo en cuenta que no existe un saxofón 100% afinado (salvo los saxofones MIDI), no es esperable que ante una prueba con afinador electrónico el instrumento suene irreprochable, pero es bueno revisar la afinación de algunas notas clave: una vez que se haya fijado la posición de la boquilla para un Fa# a 440Hz, revisa las siguientes notas que tienden a presentar problemas: Do# medio, Re medio, Re# medio, Do# agudo.  Tanto las notas graves (de Re hacia abajo) como agudas (Re agudo hacia arriba) deberían revisarse con afinador solo si quien hace la prueba sabe que efectivamente es capaz de tocar en dichos registros de manera afinada.

MECÁNICA DEL INSTRUMENTO

Si se está revisando un instrumento de alguna de las marcas antes reseñadas, no debería haber serios problemas de ergonomía.  De todas maneras, parece ser que la tendencia es que mientras más moderno y profesional es el instrumento, más cómodos se sienten los dedos al trabajar en él.  De todos modos, en cuanto a ergonomía, yo revisaría:

  • Mecanismo del meñique izquierdo y verificar que tu dedo meñique es capaz de llegar a todas las llaves (especialmente Sib grave).
  • Llave de octava: su posición en los instrumentos actuales es diagonal mirando a la derecha desde la perspectiva del ejecutante.  Las verticales (o mirando a la izquierda) resultan muy incómodas para el trabajo del pulgar.
  • Llaves de la palma (mano izquierda).  Algunos saxofones las traen muy alejadas o en posiciones que resultan poco cómodas, especialmente para manos pequeñas.
  • Fa# (costado).  Esta llave suele ser más cómoda si su largo está vertical (em el sentido del tubo), pero hay quienes la prefieren horizontal.
  • Distancia de las llaves en relación con la constitución de la mano.  He tocado algunos saxofones (tenores en general) que traían la llave de Re grave bastante separada de las otras.  Si piensas tocar todos los días y no tienes manos grandes, esto podría ser incómodo.

Otros aspectos mecánicos:

  • Todas las llaves se deberían devolver luego de soltarlas, de manera rápida y sin ruidos metálicos (esto se debe habitualmente a la ausencia de algún pequeño fieltro o lámina de corcho donde hacen contacto los metales).
  • La resistencia de las llaves debería ser regular, con un “peso” homogéneo.
  • La resistencia o “peso” de las llaves no debería ser demasiado floja, ni demasiado dura.
  • La distancia entre las llaves de un juego y sus chimeneas debería se regular, no demasiado altas o bajas.
  • Los rodillos deben girar.
  • No debería haber juego en los postes de las llaves.
  • Si tocas un Fa, Mi, Re y Do graves con la llave de Sol# presionada, las notas deberían escucharse igual que si no lo estuviese.
  • Prueba las diferentes digitaciones de Sib medio y verifica que todas funcionan.
  • El octavador del tudel debería funcionar correctamente cuando digitas el La agudo, cambiando al del tubo cuando digitas el Sol agudo de manera automática, sin “rebotes”, sin quedarse cerrado.
  • Una buena prueba es tocar una escala cromática descendente y lentamente, sin apretar las llaves en exceso, atendiendo a cualquier resistencia o cambios de volumen en notas o registros específicos. Este ejercicio debería hacerse piano (y mejor aún, pianísimo). Si llegas cómodamente a un Sib grave piano, puedes confiar en que las zapatillas hacen un trabajo al menos suficiente.

IMPRESIÓN SUBJETIVA

Aquí es donde se ponen en juego los factores más complejos de evaluar.  Toca alguna pieza que conozcas, o al menos una escala con la que estés familiarizado: ¿Te sientes bien con la sensación del instrumento?  ¿Te gusta su sonido?  ¿Es cómodo o te resulta extraño? ¿Es la calidad del sonido la misma en todo su registro?   En este punto nadie es más experto que quien hace la prueba.  De todas maneras, si tocas saxofón alto y estás comprando un soprano o un tenor (y nunca los has probado), es muy esperable que no te sientas cómodo ni con el tamaño de la boquilla ni con su sonido.  Puedes pedirle a alguien de confianza que te acompañe y que te comente cómo escucha el instrumento desde su perspectiva.  Si tu profesor o algún saxofonista te puede acompañar, ¡tanto mejor!

Si leíste hasta aquí, gracias por tu paciencia.  Si tienes cualquier comentario o sugerencia, serán muy bienvenidos para enriquecer este artículo y así contribuir a que más personas se inicien en el saxofón con placer.

Instrumentos musicales: ¿Nuevos o usados?

Saxofón usado Yamaha YAS 62A menudo las personas que quieren comenzar a estudiar saxofón o flauta traversa me preguntan cuál es el mejor instrumento para partir. La respuesta a esa pregunta es compleja, pues antes que nada es necesario definir cuánto se puede (o se quiere) invertir en el instrumento. Así, si el presupuesto no es problema, la mejor alternativa es siempre comprar nuevo, lo mejor disponible.

Hay personas que piensan que un buen instrumento es solamente para profesionales y, desde ese punto de vista, no sería bueno comprarlo si uno aún no sabe tocarlo. Creo que ese enfoque es erróneo: un saxofón o una flauta traversa de buena calidad y que esté funcionando impecable es siempre el mejor punto de partida. A veces me he encontrado con saxofones que son tan mal construidos y deficientemente afinados que tratar de hacer que funcionen correctamente es como pegarse cabezazos contra la muralla .

Volvamos al tema de los costos. Por ejemplo, los saxofones altos de estudio Yamaha nuevos están actualmente a alrededor de $ 1.000.000 (poco menos de USD 2.000), lo que los hace quedar fuera de alcance para muchos. Siempre está la opción de comprar instrumentos de bajo costo (habitualmente chinos), dentro de los que hay de diversas calidades. Algunos instrumentos de un rango de precios cercano a 1/3 de lo referido arriba pueden funcionar para iniciar el estudio, pero hay que tener en cuenta que son de calidad y tiempo de vida útil no comparables.

Otra opción es comprar un instrumento usado. Aquí me gustaría ser claro: si el instrumento era de buena calidad cuando estaba nuevo, puede ser una alternativa muy conveniente, pero si ya era malo nuevo, mejor no plantearse seriamente la opción de gastar dinero en ello. Los instrumentos usados de buena calidad tienen la ventaja de que en la reventa en general no se pierde dinero (o se pierde muy poco), suelen durar mucho más que los de baja calidad nuevos y en general permiten un acercamiento óptimo al aprendizaje, por un costo bastante menor que el de uno nuevo (por ejemplo, los mismos saxofones altos Yamaha de estudio se encuentran usados en buenas condiciones usualmente entre los $ 500.000 y los $ 700.000, es decir entre un 50% y 70% del valor nuevos).

Aquí la dificultad es que hay que fijarse bien en que el instrumento esté en buenas condiciones. Esto no es tan fácil, pues habitualmente quien no sabe mira solo el brillo o las rayas que, en definitiva, tienen una importancia relativa, solamente cosmética. Uno o dos detalles que reparar no deberían constituir un argumento para descartar un instrumento, en tanto dichas reparaciones sumadas al precio de venta, sigan haciendo de la compra algo conveniente. Así que en caso de pensar en la compra de un saxofón o flauta traversa usados, es mejor asesorarse, idealmente por quien vaya a ser el profesor o profesora del instrumento.

Hay portales de avisos en línea y periódicos que publican buenas oportunidades. Una opción donde se venden instrumentos usados de buena calidad y a precios justos es: http://www.facebook.com/saxosyflautas

Quedo atento a comentarios, dudas y sugerencias. Si las hacen en este mismo espacio las respuestas pueden servir a otros.

Acerca de las clases de saxofón o flauta traversa con Método Suzuki

En este corto período de prueba del nuevo sitio integrado al blog, he recibido varias consultas respecto a modalidades y precios de las clases.

Actualmente trabajo haciendo  clases de saxofón y flauta traversa con Método Suzuki en dos lugares: mi taller privado y la Escuela de Música Suzuki.

Si la persona que busca las clases es adulta, recomiendo tomar las clases en mi taller: dispongo de algunos horarios disponibles y el lugar se adecúa más a una situación de clases de adultos.  Aquí las clases se organizan de a una sesión individual semanal, de una hora de duración.

Si, por el contrario, quien busca clases es niño o adolescente, creo que la mejor opción es que vaya a la Escuela de Música Suzuki, donde existe una comunidad de aprendizaje: esto significa que el niño o niña tendrá dos clases semanales: individual grupal, además de la participación en conciertos periódicos, la posibilidad de tocar con otros niños y niñas en su mismo instrumento y armar ensambles con piano u otros.  Es un ambiente mucho más adecuado para el aprendizaje infantil y juvenil, pues se desarrolla interacción con la familia y se aprende tanto del espacio individual como de los otros.   Cuando escriban o llamen, es importante que mencionen que vieron la información en mi sitio.

En la página de la escuela pueden encontrar una breve introducción al Método Suzuki; de todos modos si alguien quiere más información o le gustaría enterarse directamente cómo funciona, lo invito a escribirme o llamar por teléfono (en las tardes): toda la información de contacto aparece en la página de inicio.

Curso de Música y Campanas en el ambiente Montessori

AficheDesde hace dos semanas estoy impartiendo un curso de Música y Campanas en el ambiente Montessori, en el Centro de Estudios Montessori.

Ha sido todo un desafío: hace mucho tiempo que no hacía cursos grupales para adultos.  Además es un seminario que requiere bastante planificación, pues no está diseñado previamente con este formato (15 horas, dividido en 10 sesiones).

El enfoque Montessori plantea que en un ambiente preparado para el aprendizaje de niñas y niños, debería haber tanta música (y en similar calidad) que matemáticas o ciencias.  Sin embargo, en la dura realidad nos topamos con algunos inconvenientes: las guías de salón tienden a temer un poco a enfrentar el área musical (“soy desafinad@”, “no tengo dedos para el piano”, “engo oreja de tarro”); los especialistas en Música que trabajan en ambientes Montessori habitualmente no son guías Montessori (“¿Para qué voy a estudiar eso?”) y para mayor abundancia, el material específico del área casi nunca está presente (“es demasiado caro, con esa plata compro otras cosas más importantes”).

Así las cosas, naturalmente este curso tiene una matrícula pequeña.  De todos modos, ha sido una bella oportunidad de contactarme nuevamente con el material y de revisar qué materiales y estímulos musicales puedo i agregando en mi ambiente.

En los siguientes días iré publicando algunas cosas que le puedan servir a los estudiantes del curso y a quienes estén interesad@s en el tema.

Reiniciando el sitio

Luego de una falla en el servidor y teniendo como resultado la pérdida del anterior sitio, estoy volviendo a poner en línea saxofon.cl, dedicado a la música, la educación, la enseñanza y otros temas cercanos.

Este accidente en el servidor ha servido para que me replantee la utilidad de un sitio en el que no ponía contenidos nuevos hace tiempo: de ahí que decidí tomarlo como una oportunidad de revisar qué cosas pueden ser interesantes de publicar, aparte de promocionar mis servicios de interpretación y clases de saxofón y flauta traversa con Método Suzuki.
Una de las posibilidades es levantar una plataforma de apoyo a las clases, de manera que mis estudiantes de saxofón y flauta puedan encontrar materiales, algunos desafíos, información general acerca de los instrumentos o referencia acerca de las temáticas que abordamos.

Eso por el momento; recibo toda clase de sugerencias.  A ver si los comentarios funcionan 🙂